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jueves, 10 de febrero de 2011

Asa Larsson.

Como ya comenté con anterioridad, a parte de bonitos paisajes nevados, Suecia tiene mucho más para ofrecer. Uno de sus principales atractivos, es sin duda su brillante ejército de escritores de novela negra. Y es que no sólo de Henning Mankell vive el hombre, también hay otros autores que tiene mucho que ofrecer.
Quizá Stieg Larsson sea el que más emboga esté; su personaje de Lisbeth Salander es oscuro, ambiguo, y por ende sumamente atrayente; pero no por ello debemos centrarnos exclusivamente en él. Arne Dahl (cuya segunda novela "El que siembra sangre", estoy a punto de empezar a leer), Camilla Lackberg, John Ajvide Lindqvist o Asa Larrson, entre otros, son, igualmente, creadores de pequeñas obras maestras; pura ingeniería sueca.
Personalmente, he de confesar que siento especial predilección por Asa Larsson, pues es una narradora muy a tener en cuenta por diversos motivos. En primer lugar, creo que su segunga novela "Sangre derramada", no ha sido tratada con demasiada bondad por parte de la crítica especializada. Cierto es que después de "Aurora boreal", el listón estaba muy alto, pero Larsson lo superó a base de nuevas tramas desarrolladas de manera novedosa. En esta segunda parte, su estilo se torna algo más onírico y descriptivo, intercalando pequeños pasajes de naturaleza metafórica que ayudan a crear una atmósfera mágica; pero algunos llegaron a tacharla de cursi (textualmente). No creo que ese sea el adjetivo adecuado para calificarla, es demasiado simple, quizá igual de simple que las personas que en su momento lo emplearon. La asombrosa capacidad con la que Asa empatiza con su público mediante un mero conjunto de frases y párrafos entrelazados es digna de admirar. En un ejercicio de introspección extremo examina su propia alma a fin de poder dotar a sus personajes de unas cualidades que los hacen singularmente atrayentes. De todos modos, en "La senda oscura" (tercera y última entrega, por ahora), se despacha a gusto describiendo con todo lujo de detalles análisis forenses bastante explícitos, de manera técnica y por que no, un poco escabrosa también.
Rebecka Martinsson, su personaje principal, es una mujer adicta al trabajo, con una vida social prácticamente nula, que se ve envuelta sin querer en una serie de acontecimientos de naturaleza luctuosa que la sacuden física y psicológicamente. Es una mujer a la que se le acaba tomando cariño, y creo que esto es debido en gran medida a que refleja claramente las fortalezas y debilidades de su propia autora. Rebecka, no es sino el vehículo que emplea Asa para canalizar, todos sus miedos, fobias, reflexiones, preocupaciones, etcétera, y eso la convierte en un personaje difícil de imitar; y a la propia Larsson, en una narradora difícil de superar.
Los libros de Asa, se convierten pues en joyas literarias que, por un lado estás deseando terminar de leer y por el otro,  te gustaría no haber leído nunca, para así poder tener la oportunidad ilimitada de descubrir lo que tras sus páginas se esconde.